viernes, 17 de febrero de 2012

Besos.

Y afuera, la oscuridad era un monstruo silencioso. Y el frío se ensañaba con tus huesos.

Mag agarró a Garrett, quizá quería aferrarse, quizá tenía miedo, quizá tenía frío, quizá quería esconderse, quizá todas estas cosas.

Lo besó como si el mundo durase tres segundos. Sus dedos se clavaron en sus hombros hasta volverse blancos.

Se besaron como si quisieran devorarse desde fuera hasta dentro.

Él le apretó la caja torácica hasta dejarla sin respiración, pero ninguno de los dos se detuvo.

La espalda del chico golpeó la pared, fría, dura y lisa.

Beso. Beso. Beso.

Bocado. Bocado. Bocado.

-Bitty, Bitty.

Ella apoyó los labios sobre su hombro. Y no se movió. Y el mundo estalló. Y ella siguió de una pieza. Y él estaba a su lado.

Y sin embargo, se congelaban.

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